viernes, 18 de enero de 2013

Sombreros de los años treinta.


La moda de los años treinta, en general, y de los sombreros en particular, viene muy influenciada por la Gran Depresión.
Se considera el inicio de esta, en octubre de 1929, y se prolongó durante casi toda la década de los años 30. En algunos países, hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
Se originó en EEUU, pero afectó a países ricos y pobres. Aumentó el paro , bajaron los precios, disminuyó el comercio internacional....etc.
Con estas premisas los locos años veinte dieron paso a unos años de estrecheces, de escasez, y sueños, frente a una realidad poco agradable.
Y nada mejor para alimentar esos sueños que el cine.
 
Fue en la década de los treinta cuando el cine sonoro se transforma en un fenómeno global, y Hollywood en la fábrica de sueños por excelencia.
Así que no es de extrañar que las actrices de Hollywood se convierten en iconos a los que admirar e imitar. Sus ropas, maquillajes, peinados, movimientos.....! y los sombreros ! , se intentaron copiar, con los materiales y medios que tenían a su alcance las clases medias y bajas.
La moda en general, y la de los sombreros en particular, dejo de tener el glamour y el lujo de la década pasada.
Fue más práctica, y estar "a la moda ", no era posible para la gran mayoría de las mujeres, que tenían que mirar más como estirar lo poco que tenían para alimentar a la familia, que en comprar ropa o accesorios nuevos.
Al principio de la década continuaron restos de la moda del cloché, así como pelo corto, a lo garçon, pero poco a poco, el cine impuso la moda de un cabello más largo que en la década anterior, que se ondulaba, y en muchos casos teñía de rubio.


Los primeros años siguieron restos de la moda de los clochés, característicos de los años veinte, pero en los principios de los treinta dejaban la frente despejada, en muchos casos levantando el ala.
En el primer quinquenio fueron muy característicos los pequeños sombreritos, en general, con alas también pequeñas, y colocados un poco ladeados.
(Los sombreros de paño tienen alas pequeñas, que permitían a los fabricantes producir más número de piezas con el mismo material. La escasez se hacía notar en todos los aspectos de la vida).
En el segundo quinquenio los sombreros ladeados, tapando parte de la cara, muchos de ellos tipo fedora, fueron los más populares.
Boinas, gorritos, e incluso algún pill box, también ladeados, se mezclaron con algún sombrero de verano de ala más ancha, que a finales de los treinta, y con copas muy bajas, se empezaron a dejar ver.
Actrices como Greta Garbo y Marlen Dietrich marcaron tendencias, y las mujeres de la calle reinterpretaron sus modelos. Pero en esta entrada solo pretendo dar las líneas generales de la década. Habrá otro momento para las grandes del cine y sus sombreros.
Las modas de la gran pantalla pasaron a la calle tamizadas por necesidades más acuciantes y primarias. El paro en muchos sectores alcanzó cifras impensables unos años antes. (De qué me sonará todo esto...).
En España se cumplen estas reglas generales, con el agravante de una guerra civil.

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